Un dibujo




Una cena con cuentista de pro y apellido cinematográfico, Almodóvar, todo un clásico como fue definido por la presentadora de no menos pro, sirvió para recuperar este dibujo de 1991. Bueno para recuperar la imagen ya que el dibujo, al parecer, se lo cedí en una clase de Magisterio a Elena que lo tiene en su casa, y enmarcado!... no como algún otro colega que in situ y en tiempo real, amos on line, ha doblado en cuatro el folio en el que le había dibujado algo que pensaba podía interesarle...
El tema del dibujo, con su martillo y su campana, me lleva a esos momentos en los que daba la clase de plástica en un pasillo bautizado eufónicamente como taller de manualizaciones. Lo que no le restaba un ápice de su condición de lugar de paso. 
Ayer participé en un jurado de escultura que dejó el premio desierto. En el fragor de la prolongada conversación previa a la toma de una decisión tan difícil como escasamente comprensible para la mayoría de implicados, hubo alguien que me recordó que mis dibujos y pinturas podían no ser apreciados por alguien que los tuviera que juzgar. Lo tengo claro hace bastantes años... pero los negativos dan cierta credibilidad a los comentarios positivos. Especialmente a los de la familia y los amigos... 
El fin de semana colorista. Primero en Boltaña, en el homenaje a don Antonio Pla. Luego en Plan, donde la altura había vestido de otoño las laderas que rodean al pueblo.




Torres aragonesas


11. Torre de Lárrede
24 x 16 cm. Tinta china/papel.

La iglesia de Lárrede está considerada como la cabecera de una serie de iglesias levantadas, en torno a Sabiñánigo, en el período prerrománico. Según Durán Gudiol, se trata de edificaciones que pueden ser vinculadas al estilo mozárabe. Pequeños arcos de herradura sobre columnas cilíndricas, enmarcados en alfiz, como los de la torre de Lárrede, son el signo externo más evidente para el investigador desaparecido hace unos años. Para otros se trata de edificios prerrománicos. Además de la iglesia, Lárrede ofrece al viajero uno de los ejemplos mejor conservados de arquitectura popular altoaragonesa.
Cómo llegar: Todas las iglesias de Serrablo se encuentran perfectamente señalizadas, partiendo de Sabiñánigo, por la carretera que se desarrolla en la margen izquierda del río Gállego.

Un Pilar diferente



Un día del Pilar diferente y playero, con amenaza de lluvia que finalmente no llegó, y celebración familiar y retrasada de cumpleaños de los que todavía se pueden celebrar. Algún comensal poco habitual y circunspecto al fondo. El grupo de pequeños, que habían comido previamente (esos que hacen que el ruido de los aviones en maniobra de descenso al cercano aeropuerto del Prat se quede en un rumor) se representa aquí con el menor de los mismos, Alex, y su patín, próximo al agotamiento... El paseo sin los agobios del verano, pero agradable de temperatura. El mar, hermoso, como de costumbre.








Exposición micológica en Binéfar





Se quejan, a veces supongo que con razón, del escaso eco de sus actividades en los medios de comunicación aragoneses. El grupo micológico de Binéfar lleva algunos años preparando una exposición, en torno al Pilar. La del presente cuenta con no menos de doscientas clases de setas (y no es la más abundante de las ediciones) y con dibujos, no muchos menos, realizados por los niños en torno al tema. La condición de vecindad de fin de semana me ha llevado a visitarla y me ha sorprendido igual el mundo de las setas, que desconozco, como tantas otras cosas, cuanto la cantidad y calidad de los dibujos presentados al concurso. También me ha gustado el sistema de exposición que pienso utilizar más de una vez.
La exposición tiene un tono evidentemente científico, con la catalogación de todas y cada una de las especies, al que se añade una parte de divulgación considerable. Cuenta incluso con la variedad autóctona el allium binefarensis que demuestra que la ciencia no tiene por qué estar reñido con el buen humor...




Verdes

Retomamos ayer las reuniones de los grados de maestro. Habrá que buscar de nuevo sistemas para conservar la tranquilidad por encima de todo. Los verdes de esta pieza de 30 x 100 cm espero que ayuden.

la nueva batalla de Alcoraz

La única representación de la Batalla de Alcoraz, obra de Martín Coronas Pueyo, pintor jesuita oscense que trabajó sobre todo el el primer cuarto del siglo XX, cuelga en el Ayuntamiento afrontado al famoso La campana de Huesca de Casado del Alisal. Es un cuadro de sus primeros años, cuando tenía problemas evidentes por la carencia de aprendizaje reglado, como dicen ahora los entendidos.





En los nuevos tiempos se lleva a cabo otra batalla en los llanos de Alcoraz. Es de signo diferente a la acontecida hace unos cuantos siglos, pero no menos intensa. Solo hace falta ver la grada de general en un momento de descanso. No es el campnou. Es el Alcoraz. No sé si cabremos cuando venga el Zaragoza...


Agua va

Jardín de la Alhambra. Óleo sobre tela. 1995

Cuando se acercan los cuarenta años de mi primera exposición, he de reconocer que no he sido dado a representar el agua. Solo de vez en cuando, en dibujos, acuarelas y óleos ha aparecido el líquido elemento. Pero ello no me ha impedido reflexionar en ocasiones sobre el tema que ha protagonizado la celebración ferial del segundo centenario de los Sitios de Zaragoza.
El asunto da, en efecto,  para mucho y, expos aparte, hay quien lo utiliza como arma arrojadiza. Este año he tenido que acudir en varias ocasiones al Mediterráneo de mi juventud y he visto colgados en algunas fachadas mensajes contundentes. Agua para todos, por ejemplo en las balconadas de algunos ayuntamientos murcianos. ¿Quien puede no estar de acuerdo con ese principio?. Todos tenemos igual derecho al agua, (aunque me gusta más la mirada de Rigoberta Menhú cuando afirma que nosotros pertenecemos a la naturaleza y no viceversa, lo que traducido vendría a ser que somos nosotros los que pertenecemos al agua y no viceversa).
Paseando la playa de Calpe, no hace demasiados días, recordaba el espacio en el que,  hace algo más de veinte años, levantaba castillos de arena para dos niños ante una hilera de casitas bajas afrontadas al mar y protegidas por el peñón. Solía dejar constancia gráfica del asunto cuando las fotos eran todavía de papel. 
La mayor parte de aquellas construcciones se ha transformado en bloques de no menos de veinte alturas. Solo un par han sabido resistir la especulación y permanecen. 
Claro que hace falta más agua. Pero ¿haría falta si no se hubiera cometido semejante salvajada urbanística?.
Quizás quienes diseñan las ciudades deberían dejarlas crecer solo hasta el punto en que no necesitasen saquear los recursos naturales de otros, por ejemplo el agua. 
Que, insisto, no ha sido tema habitual en mi pintura pero cuenta con algunos ejemplos que traigo al blog. De hecho uno de los primeros óleos que tracé cuando cursaba segundo de Magisterio, en Sentmenat, cuando no tenía claro qué iba a hacer con mi vida, cuenta con un primer término de agua que, me temo, no era sino un charco algo magnificado para la ocasión...




Escuela de Magisterio San Juan Bosco. Sentmenat (Barcelona). Óleo sobre tela. 1964




Árboles. Acuarela sobre papel. 1988


Parque de Huesca. Óleo sobre tela. 1992


Pantano de Barasona desde la ermita de Castro. Acuarela sobre papel. 2000


Ilustrar a Sender

Hace ya algún tiempo que se me hizo el encargo, pero no había encontrado el momento para comenzar. Ilustrar algunos relatos de Ramón j, Sender para niños es un reto importante, especialmente si se considera que, en la colección para la que se me ha pedido el trabajo, han publicado algunos de los mejores ilustradores de literatura infantil de la redolada. 
Pero como siempre me ha gustado proponerme metas para las que no me consideraba preparado, esta no me coge de nuevo. De momento he comenzado con cierto ímpetu y ya voy por la diecitantas. Estas son dos de las primeras. Un interior y un paisaje.



En todos los interiores voy a intentar que aparezca una ventana hacia el paisaje. Me parece, después de leer los textos, que el escritor, al menos en ese momento, se encontraba mucho mejor en la cima del Salto de Roldán que en la redacción del periódico con el que colaboraba. 



Algunos de los relatos que ha seleccionado José Domingo Dueñas, tienen como escenario el Pirineo. A mí siempre me ha gustado más pintar el paisaje de la Hoya, o del Somontano y no me he encontrado demasiado a gusto atacando temas de alta montaña, como no haya sido paisajes urbanos. Pero es lo que hay. Ahora mismo estoy dibujando un dolmen de Tella que, en condiciones normales,  nunca hubiera formado parte de mi imaginario como pintor.